Toda la historia demuestra que no hay nada peor para la clase obrera que claudicar sin lucha. Viendo la paralización de sus organizaciones en el momento de la verdad, las masas caen en una profunda desmoralización. Una derrota después de una lucha heroica, como
El ejemplo más terrible de este proceso fue Alemania en 1933. Utilizando casi los mismos argumentos que los dirigentes de
Tras el golpe del 11 de septiembre, mucha gente caracterizó el régimen de Pinochet como fascista. Y, de hecho, los métodos empleados contra la clase obrera por
Pero entre Chile y Alemania, sin embargo, hay diferencias fundamentales. En primer lugar, las condiciones en Chile en vísperas del golpe eran mucho más favorables para el movimiento obrero que en Alemania. La clase obrera alemana había sufrido ya una serie de derrotas muy graves entre 19l9 y 1933. Por el contrario, en Chile los trabajadores habían derrotado varios intentos contrarrevolucionarios en los meses anteriores y el 4 de septiembre, sólo una semana antes del golpe, habían hecho una nueva demostración de su voluntad de lucha.
Pero la diferencia fundamental fue que Hitler se basaba en un movimiento de masas, el "nacionalsocialismo", que contaba con el apoyo activo de millones de pequeño-burgueses frustrados y centenares de miles de lúmpenes armados y organizados en las SA ("camisas pardas"). Es precisamente esta base de masas la que distingue al fascismo de otras formas de reacción, por muy violentas y sangrientas que éstas sean. El objetivo del fascismo es la total destrucción de las organizaciones obreras, la erradicación completa de los embriones de la nueva sociedad en el seno de la vieja. Pero los instrumentos normales del Estado burgués no bastan para esta tarea. La base del Estado es demasiado estrecha para lograr la total atomización del proletariado. Para conseguirlo, es necesaria una base de masas entre la población: por eso el fascismo se caracteriza, en un primer momento, por ser un movimiento de masas de la pequeña burguesía, que "se vuelve loca" como resultado de la crisis del capitalismo y, perdiendo confianza en la capacidad de la lucha obrera para ofrecer una alternativa viable, busca una salida en el fascismo, con su demagogia radical y su "socialismo nacional". Es esta base de masas la que da una relativa estabilidad a un régimen fascista y permite la total destrucción del movimiento obrero (en Alemania, clausuraron hasta los clubes de ajedrez de los trabajadores). El fascismo duró 12 años en Alemania, 20 en Italia y casi 40 en España, si bien es verdad que finalmente, el régimen franquista se había convertido en una dictadura policiaco-militar que se sostenía por la inercia temporal de las masas.
El régimen de Pinochet nunca tuvo una base de masas comparable a los regímenes fascistas tradicionales. Grupos fascistas, como Patria y Libertad, sembraban el terror y la confusión, pero fueron minoritarios. No jugaban ningún papel independiente, eran meros chacales de la reacción que preparaban el camino para la intervención militar. Eran ni más ni menos que un arma auxiliar del Estado burgués. Ni siquiera llegaron a tener la misma fuerza que
Es verdad que cuando se produjo el golpe de Estado, un cierto sector de las capas medias, golpeadas por una inflación que superaba el 300% y desmoralizadas por la política del gobierno de
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