El día 28 de Junio, la Federación Nacional de Comercio (Fenatrobeco) envió a Pinochet una carta solicitando el restablecimiento de las "conquistas laborales obtenidas tras largos años de lucha", derogadas por un decreto-ley publicado poco antes, que, como se dice ingenuamente en su carta, "no concuerda con lo que Vd. ha reiterado en varias oportunidades, de que se respetarán todos los derechos adquiridos por los trabajadores".
El problema para la burocracia sindical es que no es posible llegar a un acuerdo con el gobierno y los capitalistas en la actual situación de crisis. Los dirigentes sindicales se ven obligados a enfrentarse con la dictadura, en parte bajo la presión de la clase obrera, que empieza a despertar a la lucha, en parte en defensa de sus propios intereses. Por ejemplo, el uso de decretos-leyes en el terreno sindical hace ilusoria e innecesaria la existencia de la burocracia sindical: se les priva de su papel de "intermediarios". Ésta es otra de las razones de la ola de protestas enviadas a Pinochet por los dirigentes sindicales en los últimos meses. Por eso, la Coordinadora Nacional Sindical (CNS), que antes tenía unas relaciones privilegiadas con la Junta y "representaba" a más de un millón de sindicalistas chilenos, se vio obligada a rechazar las modificaciones introducidas por el decreto-ley nº 2.200, del 15 de junio, por "regresivas y contrarias a los intereses laborales". La burocracia de la CNS envió una carta al ministro de Trabajo, con fecha del 7 de junio, firmada entre otros por los presidentes del sindicato único nacional gráfico, de la pintura, de la Confederación "Unidad Obrero-Campesina", de los metalúrgicos y de los mineros, que dice textualmente: "rechazamos categóricamente estas normas, ya que constituyen un nuevo mentís a las promesas de respeto a los derechos adquiridos de los trabajadores (...) No podemos aceptar la eliminación de la inmovilidad del empleo, ya que deja al trabajador atado de pies y manos, al aceptar o no que lo exploten descaradamente, a ser despedido sin trámites (...) de esa forma se ha empezado a aplicar el Plan Kelly sobre el desempleo, propuesto por el gobierno algún tiempo atrás que fuera rechazado por todos los sectores del movimiento sindical, incluso aquellos que son afines al gobierno".
Asimismo manifestaron que con el vencimiento del convenio colectivo "perdemos todo lo que se había ido conquistando año a año" y que, para debilitar la organización sindical, "se limita el fuero de los dirigentes, en términos que lo hacen ilusorio, igual que sucede con el fuero maternal".
Referente al aumento salarial del 10% en el mes de julio, anteriormente mencionado: "reiteramos que los reajustes no compensan el alza real del coste de la vida y los trabajadores no podemos seguir subsistiendo con los salarios de hambre que ganamos, que atentan contra nuestra dignidad de seres humanos".
Y finalmente: "porque la situación se hace insostenible (...) en breve plazo presentaremos al gobierno un documento que contendrá las peticiones que consideramos indispensables para que la clase trabajadora pueda subsistir, entre ellas un aumento sustancial de las remuneraciones de los obreros, empleados y profesionales que representamos".
La crisis ahora abierta entre Pinochet y los líderes sindicales "respetables" de tendencia democristiana, que hace poco se contaban entre los más fervientes adherentes al gobierno militar, es un claro síntoma del creciente aislamiento de la Junta. La crisis económica, el paro, el hambre y la miseria, agravada por la aplicación rigurosa de la locura de Milton Friedman, han servido para polarizar a toda la clase obrera, al campesinado y a grandes sectores de la clase media en contra del gobierno. Sólo la inercia temporal de las masas mantiene a Pinochet en el poder. Pero se ve claramente cómo el proceso molecular de toma de consciencia de la clase obrera va acumulando fuerzas bajo la apariencia superficial de "calma y tranquilidad". El distanciamiento cada vez mayor entre la Junta y los burócratas sindicales, la Iglesia, la Democracia Cristiana, etc. es un claro síntoma de este proceso, que amenaza, en un momento dado, con una nueva erupción de protesta generalizada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario