En un principio, los socialistas que defienden una línea de independencia de clase, las ideas del marxismo-leninismo y los propios principios del PSCh en el pasado, aunque constituyen la mayoría decisiva de las fuerzas socialistas hoy día dentro de Chile, cuentan con una serie de desventajas frente a sus adversarios políticos.
El PCCh, que antes del golpe tenía menos apoyo que el PS, ahora, en la clandestinidad, es el partido obrero con mayor fuerza. Aunque es imposible calcular exactamente la fuerza numérica de cada partido, el PCCh no tendría menos de 8.000 militantes activos. Además, cuentan con una infraestructura y unos medios mucho más poderosos que otros partidos y grupos: una imprenta, muchos liberados, una organización juvenil activa, varios negocios, un programa de tres horas diarias en Radio Moscú, también programas en Radio Berlín y Radio Praga...
No hay comentarios:
Publicar un comentario