Si los dirigentes de
Si Allende hubiese utilizado su enorme prestigio personal y su autoridad legal como Presidente de
Que el 11 de septiembre sólo una minoría de los soldados participara activamente en el golpe, mientras que la mayoría quedaron encerrados en sus cuarteles, indica que Pinochet entendía mucho mejor que Allende las tensiones existentes dentro del ejército.
Pero en ausencia de una resistencia masiva y feroz, no existía la más mínima posibilidad de atraer a los soldados que, de modo pasivo, simpatizaban con la causa obrera. En este sentido, los métodos "pacifistas" del reformismo siempre conducen a unos resultados diametralmente opuestos a los previstos.
Ahora, en el exilio, muchas de las personas que tenían una responsabilidad personal en la situación intentan justificarse de cualquier manera. Uno de los argumentos utilizados es que la clase obrera, en el momento decisivo, se encontraba "aislada". Contestando a esto, Sepúlveda dice: "La clase obrera no estaba aislada. Lo cierto es que mostraba signos de cansancio. No veía recompensados sus esfuerzos ante las contemplaciones que se tenían con el enemigo. Estaba cansada de marchas. Quería acciones reales para liquidar el conflicto social y no percibía voluntad en su Dirección Política. Pero estaba pronta a combatir a la primera orden. El día 11, y en algunos casos hasta el día 12 y 13, se quedaron esperando" (Socialismo chileno, p. 37, el subrayado es nuestro).
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